El sistema de calefacción,
ventilación y aire acondicionado (HVAC) es un sistema que contiene un gas que,
al comprimirse, aumenta su temperatura debido a la presión. Por eso, una vez
caliente, su distribución se canaliza a través de un conducto donde disipa su
calor.
A continuación, se enfría
gradualmente hasta transformarse en un líquido de baja temperatura. Este
líquido pasa por una válvula de expansión y se evapora para convertirse en un
gas frío a baja presión. A partir de ahí, se dispersa por un conducto que
absorbe el calor interno o externo del entorno.
De este modo, se expulsa a través de
los respiraderos. Este proceso funciona ininterrumpidamente mientras el sistema
está en funcionamiento. Algunos sistemas tienen termostatos que detienen el
proceso o lo ponen en espera.
Los sistemas de calefacción,
ventilación y aire acondicionado (HVAC) proporcionan una forma de expulsar el
humo y los gases calentados al exterior, es la función de doble flujo. Su
funcionamiento es el siguiente: Consiste en renovar el aire de un local
cerrado, aportando aire del exterior, para asegurar su calidad, manteniendo la
concentración de gases contaminantes en niveles que puedan considerarse saludables
o no perjudiciales. Esta función de extracción de doble flujo se compone de:
circuito de extracción + circuito de aportación de aire del exterior.
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