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Aferrándose a su tierra y con los últimos suspiros

Aferrándose a su tierra y con los últimos suspiros un viejísimo árbol me dijo: "Los árboles viejos, dan mejores frutos, se aferran a su tierra, porque todo se va, y sólo quedaran los frutos que alcanzaron el amanecer."

lunes, 24 de septiembre de 2012

Esperando del cielo mí retrato

Esperando del cielo mí retrato

En el barrio Carlos E. Restrepo, Juan se acuesta todas las tardes cerca de los tubos de colores a pensar en el cielo y las estrellas. Siempre se pregunta ¿Será que algún día se acabará la gravedad? y cada vez las respuestas son diferentes.

Después de observar el cielo mira su entorno, personas caminando, bicicletas recostadas en el poste de luz, le llama la atención una joven con cabello de color rojo que tiene hojas y lápiz en las manos, y Juan continúa pensando en las estrellas y en el universo.

Ángela es una joven a quien le gusta retratar a las personas sin que estas se den de cuenta. A ella le gusta caminar entre los árboles y decide entrar al barrio Carlos E. Restrepo. Allí se encuentra en una zona con muchas personas, decide descansar observando su entorno. Le llaman la atención unos tubos grandes de colores, se acerca y se sienta en una banca, saca de su mochila el papel y el lápiz, fijamente observa a un joven que mira hacia el cielo.

Se acerca a Juan y le pone a un lado el retrato que le hizo, pero él no se da cuenta y ella sigue su camino. Terminada la tarde. Juan se endereza para ir a casa, ve el retrato y al mirarlo dice:
- Ese soy yo, ¿Quién lo hizo? ¿Por qué no se presentó?
¡mmm!!! ¡Fue la de cabello de color rojo!!! Pero no está!!!

Juan decide volver todos los días, no para ver el cielo y las estrellas, sino para esperar a la mujer con cabello de color rojo, hojas y lápiz en las manos. Juan no sabe que Ángela firma y entrega los retratos de una manera sigilosa, sin que se den por enterados y continúa con su camino.